domingo, 26 de marzo de 2023

ROSARIO DE JACULATORIAS A LA VIRGEN MILAGROSA

Por la señal de la Santa Cruz...

Felicitemos a la Santísima Virgen por el singular Privilegio de su Concepción Inmaculada.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea.

Pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.

A ti celestial Princesa, Virgen sagrada María

Te ofrezco, en este día, alma, vida y corazón.

Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

Atendiendo el deseo de la Virgen Santísima Milagrosa: recemos con confianza y fervor las siguientes...


INVOCACIONES AL DULCÍSIMO NOMBRE DE MARÍA

PRIMERA INVOCACIÓN

Madre mía amantísima, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, en todos los instantes de mi vida acordaos de mí, miserable pecador.


Padre nuestro que estás en el cielo...

Diez jaculatorias. ¡Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

SEGUNDA INVOCACIÓN

Acueducto de las divinas gracias, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, concededme abundancia de lágrimas para llorar mis pecados.


TERCERA INVOCACIÓN

Reina de cielos y tierra, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, sed mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos.

CUARTA INVOCACIÓN

Inmaculada, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, alcanzadme de vuestro Santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación.

QUINTA INVOCACIÓN

Abogada y refugio de nosotros pobres pecadores, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, asistidme en el trance de la muerte y abridme las puertas del cielo.


Pídase la gracia que por intercesión de la Santísima Virgen se desee alcanzar...

Y denle gracias por las ya obtenidas.

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN:

Señor nuestro Jesucristo, que quisisteis honrar con innumerables milagros a vuestra Madre la beatísima Virgen María, inmaculada desde el primer instante de su concepción, concédenos que, implorando siempre su patrocinio, consigamos los goces eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Así sea.

Acudamos a la maternal protección y amparo de la Santísima Virgen con la siguiente súplica (de San Bernardo):

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, hayan sido abandonados de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Virgen Madre de las vírgenes!, y, aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh purísima Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y atendedlas favorablemente.

(REZADA 0 CANTADA)

Salve Regina Mater misericordie...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario